El artículo es una entrevista de Raquel Tibol a David Alfaro Siqueiros en torno al valor de la crítica de arte. Sobre la pregunta medular, Siqueiros identifica tres tipos de crítica: la primera, la “compañera”, que da forma escrita a los conceptos que fundamentan un movimiento dado; la segunda, la “neutral”, la manera más ordinaria del análisis del arte; y la tercera, la “emboscada”, que con un discurso de neutralidad, defiende una escuela determinada. Para el pintor esta última es la que prevalece en esos momentos en México, considerando a los críticos que la practican como enemigos teóricos del movimiento artístico mexicano. Son los que apoyan aquellas corrientes antitéticas. A partir de la pregunta de Tibol sobre las tendencias ideológicas de la crítica, el muralista afirma que, para el estudio de los periodos prehispánico, colonial y moderno en general, se ha aplicado un criterio idealista, anecdótico y poco científico. Además, realiza una semblanza de varios críticos, a los que va ubicando, encajándolos dentro de la clasificación inicial. Finalmente, la articulista cuestiona a Siqueiros sobre el papel del artista como crítico. El pintor responde que han sido los conflictos y diferencias entre el gremio los generadores de la crítica “compañera”. No obstante, señala la existencia de dos bandos: los que junto con él trabajan sobre el perfeccionamiento de un realismo moderno, base del movimiento artístico mexicano, y aquellos que llama “universalistas”, representados por los pintores que enarbolan un arte no realista. Siqueiros argumenta que no pelean entre sí y sólo se dedican a repetir conceptos importados, de Europa y de los Estados Unidos, pretendiendo atacar al movimiento del realismo social mexicano.