Salvador Torres, en su tesis para obtener la maestría en Bellas Artes (MFA), presenta la fundación teórica de su proyecto y traza el desarrollo de la pancarta para la huelga del sindicato de campesinos United Farm Workers a través de una serie de seis pinturas y seis dibujos. Según el autor, el proyecto partió de una sensibilidad chicana bilingüe y bicultural que combina elementos de la cultura mexicana y estadounidense. Por tanto, trata de construir una categoría de arte histórico para el trabajo que lucha por alcanzar tanto la justicia social como la libertad de la expresión personal. Al interpretar los recursos culturales y la imaginería a través de la visión personal, Torres propone una producción de arte que se mantenga independiente de doctrinas, pero que permanezca en ella, también, el espíritu de La Raza. El artista cuenta también el proceso que produjo su obra, el cual implicó la inmersión en el pensamiento revolucionario y un “retiro introspectivo fuera del barrio”. Torres describe, además, la evolución de su obra, desde los grandes dibujos y murales portátiles en la región de la Bahía de San Francisco en los cuales resaltaba asuntos de identidad y revolución, hasta trabajos más duraderos en pintura acrílica y aerosol producidos en San Diego, donde se abordaban temas específicos, como el apoyo al United Farm Workers.