En un largo artículo de interés, José Revueltas se pregunta inicialmente sobre el sentido de las palabras, su uso y cómo, con la época, el significado cambia. Se vale como ejemplo de la frase “espantar a un burgués” [épater le bourgeois] usada a principios del siglo —de los impresionistas a los dadaístas— cuando existían los burgueses a los que se podía espantar. El burgués, antes de la Primera Guerra Mundial, era susceptible de espanto; tenía algo que perder. En el período de “entre guerras” empieza la transformación del contenido de la expresión “espantar a un burgués”. En su opinión, la forma no cambió, pero el contenido sí, sobre todo frente al fortalecimiento del fascismo. Algunos artistas reaccionaron como Pablo Picasso, o los poetas Paul Éluard y Louis Aragon. Pero hay el caso de Salvador Dalí, quien ya no espanta a ningún burgués porque ahora es simplemente un anticomunista bien pagado. En suma, las palabras tienen un destino y un contenido diferentes según el papel socio-político e ideológico que desempeñen; así, el autor inicia una investigación sobre el Realismo Socialista. Para Revueltas, Realismo es el procedimiento que nos permite conocer la realidad exacta, verdadera, de los seres humanos, de la sociedad en que viven y del mundo que los rodea.