Federico Manuel Peralta Ramos (1939-92) fue un artista emblemático de la generación de los años sesenta, destacándose en la relación entre arte y vida. En su producción se destaca la pintura matérica precaria, la instalación Nosotros afuera (Instituto Torcuato Di Tella, 1965) y una extensa obra conceptual a partir de la escritura. En 1968, obtuvo la Beca Guggenheim; de hecho, la utilización del monto de la misma para una cena en el Hotel Alvear Palace y la adquisición de obras de arte produjo una acerrada discusión con la institución norteamericana. Escribe los Mandamientos Gánicos —relativos tanto a “tener ganas” como a “dar la gana”. Desde 1969, Peralta Ramos realiza actuaciones y perfomances en programas televisivos. En 1970, graba (al modo de Jorge de la Vega) sus “canciones no figurativas”: Soy un pedazo de atmósfera y Tengo algo adentro que se llama el coso. En 1972, se expuso a si mismo en el CAyC (Centro de Arte y Comunicación) para afirmar su concepto de que “el objeto es el sujeto”.
Documento de interés para comprender las ideas —de algún modo influenciadas por Alberto Greco (1931-65)— sobre “el objeto es el sujeto”. En este caso la desfachatez de Peralta Ramos para divulgar el legendario uso dado a la beca Guggenheim (1968). Esta carta es una respuesta a la airada protesta de la John Simon Guggenheim Memorial Foundation sobre el destino final de la misma. Entre las acciones realizadas, Peralta Ramos destaca la adquisición de una obra del mencionado Jorge de la Vega y otra de Josefina Robirosa. En cierta medida, Peralta Ramos parodia la vida de la alta burguesía a la que pertenece: cenas en el hotel más lujoso tradicional de Buenos Aires, inversiones financieras y en obras de arte, amén de pago de deudas personales. De esta manera la relación arte-vida sostenida por las vanguardias en sus aspectos revolucionarios, en ese año clave del arte político que fue 1968 (véase documentos referentes a la obra-evento Tucumán Arde), se tornan lúdicos y festivos de la “buena vida” como obra de arte.