Este pequeño extracto del libro de Jacinto Quirarte, Mexican American Artists [Artistas mexicoamericanos], incluye la introducción, los capítulos del 4 al 8 y una breve conclusión. En la introducción, el autor explora la identidad chicana y los elementos unificadores de su arte. Aunque los artistas chicanos emplean muchas convenciones artísticas europeas, Quirarte considera que tanto las ideas como los símbolos representados reflejan componentes de la mezcla de culturas de la identidad chicana: ya sea indígena (azteca, tolteca, olmeca y demás), o bien la española y la estadounidense. Los capítulos del 4 al 7 abordan detalladamente las trayectorias de muchos artistas chicanos nacidos y/o criados en los Estados Unidos entre 1901 y 1946. Entre ellos, se trata de Antonio García, Chelo González Amézcua, Octavio Medellín, Margaret Herrera Chávez, Porfirio Salinas, Edward Chávez, Michael Ponce de León, Rubén González, Pedro Cervántez, Joel Tito Ramírez, Peter Rodríguez, Eugenio Quesada, Emilio Aguirre, Melesio Casas, Manuel Neri, Louis Gutiérrez, Ernesto Palomino, Ralph Ortiz, Eduardo Carrillo, Ray Chávez, Joseph A. Chávez, Michael López, Luis Jiménez, Glynn Gómez, Amado Peña, Rudy Treviño y Alex Sánchez. En el último capítulo, Quirarte ilustra dos tipos de respuesta característicos de los entrevistados para el libro sobre sus orígenes, formación, experiencias y evolución artística. Algunos de ellos se identifican, en primer lugar, como artistas y como estadounidenses, mientras que otros atribuyen al “arte chicano” la parte vertebral en el establecimiento y representación de su identidad étnica. Quirarte concluye que uno de los temas subyacentes que vincula a todos los artistas chicanos es su conexión con México, ya sea de forma directa o bien indirecta.