Alejandro Anreus resume en este ensayo las condiciones históricas y culturales que han influido en lo que denomina la “iconografía de Latinoamérica”. El autor subraya el papel de la explotación y el imperialismo cultural estadounidense para el desarrollo de una cultura de resistencia en Latinoamérica. Esta cultura, según Anreus, refleja y recuerda el pasado precolombino de la región, el trauma de la conquista europea y las muchas guerras de independencia libradas en el pasado reciente. Anreus reseña al pintor nuyorican [puertorriqueño de Nueva York] Juan Sánchez, sosteniendo que su obra claramente contribuye y expresa la cultura de la resistencia, incorporando temas e imágenes donde se refleja su patrimonio cultural y sus lealtades. En particular, señala que muchos de los trabajos de Sánchez exhiben la imagen del nacionalista puertorriqueño Pedro Albizu Campos, conmemorando de ese modo su compromiso y aportación a la independencia de Puerto Rico, además de su acérrimo activismo político. Albizu, a quién Sánchez considera como “nuestro Malcom X”, integra de esta forma su imagen en la iconografía de Latinoamérica. Anreus sostiene que, para Sánchez, Albizu constituye, junto a la Virgen de Guadalupe, el Che Guevara y otros más, un ícono de la resistencia cultural latinoamericana.