El breve texto sobre Armando Reverón del diplomático, crítico de arte y gestor cultural francés, vinculado estrechamente con Venezuela a partir de los años cincuenta, Gastón Diehl (1912–99), fue publicado en el catálogo de la exposición del Centro Venezolano-Americano de 1951 junto con un texto de Enrique Planchart. Diehl llama la atención por la manera cómo, con sorprendente capacidad de síntesis y utilizando con destreza el recurso literario de hilar ideas a través de una imagen base (Reverón como milagro), logra establecer una axiología reveroniana triple que, a juicio del autor, es fundamental para entenderlo: el ascetismo del artista, su aislamiento y aquella liberación de las influencias de su medio social y artístico; la expresión de lo nacional, de costumbres, tradiciones populares y paisaje; y por último, el haber encontrado medios y lenguaje propicios para realizar una revolución pictórica, la cual acompaña, acompasadamente, “la cadencia” del arte moderno universal. Diehl considera un milagro que —como ya lo habían hecho un poco tiempo antes los fauvistas, contando con Matisse a la cabeza— Reverón tuviera la capacidad de saber “llevar su conquista solo, sin ninguna ayuda externa”.
Este texto de Gastón Diehl puede ser bastante esclarecedor para aquellos lectores que se inician en el conocimiento del pintor venezolano. Como complemento de este ensayo, hay el texto de la primera retrospectiva de Reverón (1951), escrito por Enrique Planchart [véase doc. no. 808725].