Cuando Marta Traba (1930-83) vino a San Juan, Puerto Rico, había vivido en Bogotá, en Nueva York, en París y en Buenos Aires. A partir de agosto de 1970 hasta el verano de 1971, la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, la contrató para dictar un curso de arte latinoamericano amén de los cursos Teoría general de historia del arte (201) e Historia del arte moderno (213), entre otros, en el Departamento de Bellas Artes. En el verano de 1971 ofreció un curso de Estética. Al finalizar el verano, la Universidad no le renovó el contrato. Durante su residencia en Puerto Rico, Traba escribió libros y muchos artículos en la prensa y en revistas, en los cuales planteó su posición frente al arte puertorriqueño. Fueron motivo de numerosos cuestionamientos y críticas entre la clase artística. La revista Plástica, donde se publicó este artículo, fue una de las publicaciones especializadas editada con cierta continuidad en Puerto Rico. Desde sus modestos comienzos como boletín de la Liga de arte de San Juan en 1968, a partir de 1978 la revista cambió su nombre a Plástica revista de la Liga de estudiantes de San Juan. A pesar de la especificidad de su nombre, en los 21 números editados se tocaron gran variedad de temas tanto sobre el arte puertorriqueño como el latinoamericano. La revista editó ejemplares antológicos dedicados a temas tales como la V Bienal de San Juan del grabado latinoamericano y del Caribe (1981), la arquitectura puertorriqueña y la plástica latinoamericana. Su primera junta editorial la compuso Hélène Saldaña, Delta Picó, Cordelia Buitrago y J.M. García Segovia. Además de numerosos ensayos escritos por los principales pensadores puertorriqueños, sus páginas contaron con la participación de algunos de los más destacados artistas y críticos del arte latinoamericano: Luis Camnitzer, Damián Bayón, Jacqueline Barnitz, Samuel Cherson, Joseph Alsop, Omar Rayo y Ricardo Pau Llosa, entre muchos otros.