Durante la primera mitad del siglo XX, el arte cubano fue muy reconocido como uno de los primeros movimientos del modernismo en Latinoamérica. Sin embargo, luego del triunfo de la Revolución Cubana en 1959, muchos artistas se exiliaron en París (Agustín Cárdenas, Jorge Camacho), Nueva York (Agustín Fernández, Emilio Sánchez, Luis Cruz-Azaceta), Miami (José Mijares, Baruj Salinas), así como también en San Juan, Puerto Rico (Zilia Sánchez). En el viejo San Juan se inauguró la exposición "Obra puertorriqueña de artistas cubanos" mostrando trabajos de Rolando López Dirube, Cundo Bermúdez, Alfredo Lozano, Elvira Coya, Rolando Gutiérrez, José Luis Díaz de Villegas, Hernán García y Germán Hevis. La revista Plástica, donde se publicó el artículo, fue una de las publicaciones especializadas editada con cierta continuidad en Puerto Rico. Desde sus modestos comienzos como boletín de la Liga de arte de San Juan en 1968, a partir de 1978 la revista cambió su nombre a Plástica revista de la Liga de estudiantes de San Juan. A pesar de la especificidad de su nombre, en los 21 números editados se tocaron gran variedad de temas tanto sobre el arte puertorriqueño como el latinoamericano. La revista editó ejemplares antológicos dedicados a temas tales como la V Bienal de San Juan del grabado latinoamericano y del Caribe (1981), la arquitectura puertorriqueña y la plástica latinoamericana. Su primera junta editorial la compuso Hélène Saldaña, Delta Picó, Cordelia Buitrago y J.M. García Segovia. Además de numerosos ensayos escritos por los principales pensadores puertorriqueños, sus páginas contaron con la participación de algunos de los más destacados artistas y críticos del arte latinoamericano: Luis Camnitzer, Damián Bayón, Jacqueline Barnitz, Samuel Cherson, Joseph Alsop, Omar Rayo y Ricardo Pau Llosa, entre muchos otros.