Es interesante comentar que los problemas que plantea el autor son los mismos aún hoy en día en la mayoría de los países latinoamericanos. Luis Hernández Cruz (San Juan, 1936) ha sido uno de los constantes defensores de la pintura abstracta en Puerto Rico. En 1977, organizó el grupo Frente, aunado a los artistas Lope Max Díaz, Antonio Navia y Paul Camacho, con la meta de unificar a los artistas que operaban modalidades abstractas procurando promover sus objetivos. Además, Hernández Cruz fue miembro fundador y presidente del Congreso de Artistas Abstractos, organizado en 1984. La revista Plástica, donde se publicó el artículo, fue una de las publicaciones especializadas editada con cierta continuidad en Puerto Rico. Desde sus modestos comienzos como boletín de la Liga de arte de San Juan en 1968, a partir de 1978 la revista cambió su nombre a Plástica revista de la Liga de estudiantes de San Juan. A pesar de la especificidad de su nombre, en los 21 números editados se tocaron gran variedad de temas tanto sobre el arte puertorriqueño como el latinoamericano. La revista editó ejemplares antológicos dedicados a temas tales como la V Bienal de San Juan del grabado latinoamericano y del Caribe (1981), la arquitectura puertorriqueña y la plástica latinoamericana. Su primera junta editorial la compuso Hélène Saldaña, Delta Picó, Cordelia Buitrago y J.M. García Segovia. Además de numerosos ensayos escritos por los principales pensadores puertorriqueños, sus páginas contaron con la participación de algunos de los más destacados artistas y críticos del arte latinoamericano: Luis Camnitzer, Damián Bayón, Jacqueline Barnitz, Samuel Cherson, Joseph Alsop, Omar Rayo y Ricardo Pau Llosa, entre muchos otros.