En este análisis, Deanna Bertoncini, fundadora y directora ejecutiva de la Latino Arts Coalition and Gallery [Coalición y Galería de las Artes Latinas de Chicago], critica los términos “latino” e “hispano” según se aplican a la obra de artistas latinos y latinoamericanos; sobre todo, tras el reciente aumento del interés de las corrientes dominantes en sus obras. Así, declara que los artistas latinos no producen “arte latino”, un membrete acuñado que no toma en consideración la diversidad y abundancia de las obras producidas por los artistas en respuesta a las “idiosincrasias políticas y sociales de más de veintisiete países”, además de la experiencia que es vivir en los Estados Unidos. Bertoncini apunta que el crecimiento de la población latina en los Estados Unidos ha avivado el interés por el arte latino y que tal interés se ha manifestado en importantes exposiciones financiadas por intereses comerciales deseosos de sacar provecho del mercado de las minorías étnicas. Desafortunadamente, los artistas latinos a encabezar el movimiento no son los que, en este caso, establecen las normas; sino, más bien, son los curadores quienes imaginan que el significado del arte latino equivale a obras cuya propensión es hacia lo naïf, lo folklórico o lo fantástico. Bertoncini añade que los artistas latinos deben defender o bien condenar este estilo, amén de que que tanto los profesionales de la estética como los historiadores del arte latino deberían formar parte de los paneles curatoriales.