La crítica de arte de origen español, Margarita Nelken, intitula su artículo “Decoración Mexicana” en torno a la obra desarrollada, en el Multifamiliar Benito Juárez, por el artista guatemalteco Carlos Mérida. El título asignado es el primer punto a analizar, ya que se trata de la decoración de integración plástica realizada por un pintor no mexicano; sin embargo, la autora apunta hacia la identidad fundamental entre los artistas de ambas naciones, muy anteriores a su desvirtuación a raíz del contacto e influencias del arte europeo. Al referirse a las “decoraciones” del Multifamiliar Juárez, Nelken señala que, en México, se está realizando una de las obras más grandiosas del arte contemporáneo. Sustenta que, además de su acento mexicano, tanto en sus fuentes de inspiración como en propuestas estéticas de un posible desarrollo artístico ligado a la vida moderna, en la obra se logra la integración absoluta de la pintura y la escultura a la arquitectura —habiendo trabajado en conjunto con el arquitecto Mario Pani. Además de detallar la obra de Mérida en ese centro habitacional, Nelken resalta ciertas características intrínsecas: tanto la adaptación de los temas ancestrales al marco de la exigencia cotidiana de la vida moderna como la realización de una obra social, sin demagogias, basada en el sentido de lo bello como necesidad humana.