David Alfaro Siqueiros (1896–1974), después de ser expulsado de Estados Unidos, viaja a Montevideo, en febrero de 1933, y se establece en Buenos Aires, desde fines de mayo. En Buenos Aires, Siqueiros expone en junio en Amigos del Arte, institución liberal y modernizadora de las artes. Dicta conferencias polémicas, polarizando el campo plástico entre los defensores del "arte puro" y los del "arte político". Recibe el apoyo del diario Crítica, dirigido por Natalio Botana, quien le encarga un mural, Ejercicio Plástico, a ser desarrollado en la bóveda del sótano de su quinta. Fue realizado por el Equipo Poligráfico Ejecutor (Siqueiros, Antonio Berni (1905–1981), Lino Enea Spilimbergo (1896–1964), Juan Carlos Castagnino (1908–1972), and the Uruguyan set-designer Enrique Lázaro). La defensa de las posiciones de Siqueiros es difundida en Contra. La revista de los francotiradores, dirigida por el poeta Raúl González Tuñón, comunista no orgánico, ajeno a las directivas culturales del Partido Comunista. La derecha argentina atacó fuertemente al pintor comunista mexicano desde sus periódicos Bandera Argentina y Crisol, representantes del nacionalismo católico que había cobrado fuerte impulsado desde el golpe militar de 1930. (Véase los documentos correspondientes al viaje de Siquieros a la Argentina: 733206, 734077 y 733182, entre otros).Incluso desde el anarquismo, Siqueiros recibió críticas; en particular, las del pintor Demetrio Urruchúa, colaborador de Nervio, publicación de orientación socialista libertaria. Amaro Martínez es un intelectual y anarquista paraguayo, radicado transitoriamente en la Argentina, mencionado brevemente con esa información en la autobiografía de Demetrio Urruchúa: Memorias de un pintor (Buenos Aires: Hugo Torres y Cía, 1971).