En una memoria de la vanguardia del arte mexicano, el modernismo es una referencia obligada, así como la Revista Moderna (1898-1911). Esta publicación recoge los frutos de la segunda etapa del modernismo latinoamericano, tan audaz como la primera en términos de propuesta literaria, a la vez que el más luminoso a propósito de las artes visuales, gracias a su publicación de las ilustraciones de Julio Ruelas, entre otras razones. Su radio de influencia abarcó a todo el continente, con lo cual dio un significado redoblado a la cultura mexicana en el horizonte de la vanguardia internacional. José Juan Tablada (1871-1945) participó con todo entusiasmo en el proyecto de la Revista Moderna, tras haber superado un largo período de silencio y crisis depresivas, transcurridas en los sótanos de la lujuria y entre vapores de hashish. Su participación comprendió (durante los trece años de vida de la revista) dos etapas: un asiduo trabajo en la redacción, durante la primera época, así como la publicación de poemas, artículos, críticas, ensayos, traducciones, relatos, reseñas y notas biográficas, en la segunda. Es evidente, asimismo, que Tablada contribuyó a definir el perfil editorial, donde el lugar tan relevante otorgado a las artes visuales enfatiza su carácter moderno, aunque en los términos de la cultura finisecular. Por lo demás, fue en sus páginas donde fraguó la crítica de arte que, desde entonces, contribuiría a dar forma al perfil distintivo de la vanguardia mexicana.