Antonio Berni (1905-81) es uno de los artistas argentinos de mayor trascendencia en el siglo XX. Estudió en Europa desde 1925, estableciéndose en París donde se conectó con la vanguardia surrealista y las ideas comunistas. A su regreso a la Argentina en 1932, expuso sus obras surrealistas en Amigos del Arte. Al año siguiente integró el Equipo Polígrafo formado por David Alfaro Siqueiros (1896-1974) que realizó el mural Ejercicio Plástico en Don Torcuato, cercanías de Buenos Aires. Desarrolló su teoría del Nuevo Realismo, partiendo de un arte de compromiso político y social desde un realismo trascendente.En 1944 formó el Taller de Arte Mural. En la década del cincuenta realizó pinturas sobre el campesinado, en particular de la provincia norteña de Santiago del Estero, comenzando así su serie narrativa de pintura-collage Juanito Laguna. En 1962 obtuvo el Gran Premio de Grabado y Dibujo en la Bienal de Venecia. Al año siguiente, Berni dio inicio a serie de grabados Ramona Montiel. Entre los años sesenta y setenta, a la par que continuaba con sus pinturas, collages y grabados, el artista rosarino realizó tanto objetos como instalaciones y experiencias, además de explorar diversas variantes estilísticas de la figuración realista. Berni ha sido considerado por la historia del arte, desde los años treinta, como el artista más político del arte argentino. Un aspecto poco estudiado a este respecto es la acción del artista durante la Dictadura militar argentina (1976-83), hasta su muerte ocurrida en 1981. Durante esos años, es constante en esa época de excepción su difusión en la prensa siempre asociándolo al término “libertad”, en este caso en la revista cultural Pájaro de Fuego (1977-80), la cual no desdeñaba incluir, entre sus notas, entrevistas a los funcionarios culturales de la Dictadura Militar. Por otra parte, esta entrevista es de interés por los relatos de la experiencia en New York, y una mirada menos crítica a la cultura americana de la que planteaba Berni a fines de los años sesenta, en particular sobre la pintura. Por otra parte, se trata de una entrevista en la que Berni se explaya contra el arte conceptual defendiendo cuestiones técnicas tradicionales del arte. Es, además, uno de los pocos documentos en los cuales este artista hace un planteo sobre la relación entre su idea de “nuevo realismo” y el llamado “realismo mágico”.