Este texto figura en el catálogo de la primera muestra individual del pintor, ilustrador de libros e investigador de arte indígena amazónico Vicente do Rego Monteiro (1899?1970). La exposición se llevó a cabo en París, en la Galerie Fabre (1925).
El poeta francés y crítico de arte Maurice Raynal (1884?1954) es ampliamente conocido como un arduo defensor del cubismo; un concepto de arte que, a su juicio, permanecía más allá del tiempo. No obstante que la producción del pintor pernambucano no siguiera exactamente esa veta, Raynal percibe en su obra una tensión bastante saludable vía su estancia parisina cuando produce una geometría marcada por la sinuosidad y la sensualidad; trazos del todo inconcebibles en cualesquiera de las tendencias europeas de los años veinte.
Un buen ejemplo de ello es su obra O atirador de arco [El tirador de arco, 1926]; el cuadro implica el trazo geométrico semicircular (hecho con compás) de un tema indígena dibujado por Jean-Baptiste Debret (1768?1848) —cuyas valiosas litografías ilustraron gentes y costumbres del Brasil colonial— un siglo antes (1826) y bajo el mismo título. Entre las obras mostradas en la galería parisina —todas ellas pintadas durante su primera estancia en Francia— está A caçada [Cacería, 1923], de tema salvaje; A mulher sentada [La mujer sentada, 1924], bajo cierto exotismo de aves tropicales; y la pintura extraordinaria y modernísima en su trazado curvo e impecable: O urso [El oso, 1925].
En esa época, el pintor, nacido en Recife y radicado en París en las décadas de los veinte y cuarenta, ya había ilustrado un libro riquísimo, producido de modo paralelo a sus investigaciones sobre el dibujo geométrico tomado de las cerámicas de los indios de la isla de Marajó (desembocadura del río Amazonas): Légendes, croyances et talismans des indiens de l’Amazone (París: Tolmer Éditeur, 1923). Durante su experiencia en Francia, Rego Monteiro diseñó incontables portadas y libros en su propia editora La Presse à Bras.