Al trazar en la carta su trayectoria intelectual, Mário de Andrade (1893?1945) pone en evidencia la importancia que tuvo en su momento (1917) la muestra de las pinturas de Anita Malfatti (1889?1964). Fue un evento impactante para él, tanto así que lo llevó a internacionalizarse, especialmente en lo que atañe a la cultura alemana, en general, y al expresionismo, en particular. A partir de ello, no tuvo más que embreñarse en la expresión nacional por medio de su literatura de tenor modernista. Como lo insinúa al final, no sólo las ideas que traza en la carta son parte integral de sus prefácios al Macunaíma (ambos inéditos), sino que el propio libro es el resumen donde culmina ese proyecto: brasileñista y modernizador. En efecto, trátase de un libro medular para el modernismo: Macunaíma: o herói sem nenhum caráter (1928); [versión hispanoamericana de Héctor Olea, Macunaíma (Barcelona: Seix Barral, 1977; Barcelona: Anagrama, 2005)]. En esta novela-rapsodia, el autor realiza una “desgeograficación” del vastísimo territorio brasileño, ya que conjuga en la creatividad del texto hablas, términos, flora y fauna, unidos sólo por la invención.
En ese sentido, el documento auxilia en la comprensión de los aspectos literarios involucrados en el ideario modernista que, de algún modo u otro, se relacionan con la producción brasileña de las artes plásticas en la década de los veinte.
El escritor Augusto Meyer (1902?70) fue parte del grupo modernista “gaúcho” (localizado en el estado de Rio Grande do Sul), al lado de Raul Bopp y de Mário Quintana. Su literatura, de carácter lírico y memorialista, aborda aspectos culturales y de folclore regional.
Para más información, véase de Mário de Andrade “Prefácio interessantíssimo”, (en Paulicéia desvairada, 1922) [doc. no. 781273]