En su texto para el catálogo, Alfred Kuhn traza un panorama muy breve de la producción artística alemana durante la década de los treinta, la cual había estado marcada por la experiencia anterior del expesionismo. En opinión del autor, “si se tuviera presente lo que significó el expresionismo durante tiempos agitados y se pensara en un arte posexpresionista (con respecto a nuestro porvenir), debemos reconocer que éstos se presentaban más claros, más tranquilos, más objetivos, más fructíferos y con una visión más amplia y capaz de detectar en todos ellos un espíritu europeo en todos los sentidos”. Para Kuhn el grabado fue, por lo general, “algo genuinamente alemán” al modo que “los nórdicos” se “inclinan hacia la línea” y el dibujo. No es por acaso que defendió el grabado y “sus congéneres” que eran, para él, “un espejo fiel del espíritu del tiempo”. Theodor Heuberger, el organizador de esta exposição, se dio a notar por la promoción que hizo del arte alemán en Brasil y, muy en especial, por la tendencia expesionista. La mencionada “Exposição Alemã de Livros e Artes Gráficas na América do Sul”, sin duda, fue una de las más importantes iniciativas, sobre todo por la diversidad del conjunto reunido.
[Consultar en el archivo digital ICAA el catálogo del 3º Salão da Pro Arte, en Rio de Janeiro, 1933 (doc. no. 785228)].