La exposición, realizada en el Art Institute of Chicago, fue organizada como parte del Festival de las Américas de la Ciudad de Chicago para coincidir con los Terceros Juegos Panamericanos durante el verano de 1959. La exposición fue una de las primeras de esa década y la primera montada en Chicago, donde se presentaba una colección de obras de artistas contemporáneos del continente, reunida a partir de colecciones de los Estados Unidos, en su mayoría privadas. Al juntar obras de artistas establecidos con los trabajos de jóvenes y emergentes, la exposición ofrecía una muestra de las tendencias del arte moderno y de finales de la década de cincuenta tan definida ya por lo que el curador Joseph Randall Shapiro caracteriza como siendo el “estilo internacional”. Esta exposición se destaca por haber sido organizada e instalada por el propio Shapiro, un prominente abogado y hombre de negocios de Chicago. Shapiro, en su condición de presidente del Visual Arts Program of the Games [Programa de Artes Plásticas de los Juegos], viajó durante cuatro meses por los Estados Unidos arcando personalmente con los gastos, visitando galerías, museos y marchands de arte para reunir la muestra más representativa de arte latinoamericano. Los estilos que abarcaban desde el abstracto al surrealismo, pasando por el expresionismo y el realismo. Shapiro (1904–96), junto con su esposa Jory, iniciaron en 1942 su amplia colección de arte moderno y contemporáneo. A fines de la década de cincuenta incluía obras de artistas latinoamericanos como [Roberto] Matta, [Wifredo] Lam, Hurtado, [José Luis] Cuevas, Villegas, Vigas y otros. Al final, Shapiro legó su colección de arte al Art Institute of Chicago y al Museum of Contemporary Art, del que fue miembro fundador y presidente.