Periodista, político y escritor brasileño, Antônio de Alcântara Machado (1901−35) —a pesar de no haber participado de la Semana de Arte Moderna de 1922 por su corta edad— produjo una obra literaria de gran proyección en lo relativo a establecer una radiografía viva de la ciudad de São Paulo: sus inmigraciones (en destaque la italiana), sus barrios (Brás, Bexiga e Barra Funda. São Paulo: Imprensa oficial do Estado, 1927), su población (de la clase dirigente a la obrera) y sus personajes. Participó de manera asidua en publicaciones de cuño “modernista” —que en Brasil implica a las vanguardias y no el movimiento de Rubén Darío— entre las que se cuentan: Revista de antropofagia (primera y segunda dentición), Revista Nova y Terra roxa e outras terras, de la que fue fundador.
El arquitecto brasileño de origen ucraniano Gregori Warchavchik (1896?1972) emigró a São Paulo a los 27 años de edad (después de haberse graduado en Italia), y a los pocos años pudo darse un espacio creativo ante la apertura hacia lo extranjero de esa personalidad paulistana que destaca el presente documento. Un texto lo proyecta en el escenario del gran centro industrial de Brasil —“Acerca da arquitetura moderna” (Correio da Manhã, 1925)— y diseña, en 1930, la residencia de rua Itápolis (en el barrio paulistano de Pacaembú) que será célebremente conocida como “la [primera] casa modernista”. Para la misma, proyecta mobiliario, lámparas y herrería, decorando el ambiente con piezas de arte y tapices, algunas de ellas de Tarsila do Amaral.
El artículo de Alcântara Machado es una ostensiva afirmación de una idea de “brasilidad” o de identidad nacional cimentada en ideas de cuño modernista. Aunque no se menciona la fecha ni el local de publicación, fue vuelto a editar por la Revista do Arquivo Municipal de São Paulo, en ocasión del fallecimiento del autor, a mediados de la década de los treinta. En él se refleja un minucioso interés del autor por la alianza entre modernismo y tradición con las tensiones que eso desencadena.