Esta carta pertenece a una serie de cuestionarios a los que Rivera respondió, sobre todo en los últimos años de su vida, cuando llevó un epistolario ordenado metódicamente. En junio de 1956, Diego Rivera (1886-1957) contesta el cuestionario de Ben Ireland, alumno del Kansas State University. El estudiante envió esta solicitud a varios artistas de renombre internacional y localiza a Rivera a través del Museo Guggenheim de Nueva York. Al guardar sistemáticamente los textos que él escribió, Rivera fue creando un archivo de su pensamiento. Más que un comentario sobre las texturas, esta carta, escrita casi al final de su vida, se convierte en un pretexto para reflexionar sobre su obra y sus concepciones estéticas. La carta sobre las texturas es un documento poco difundido, aunque primordial si se quiere comprender el pensamiento estético de Rivera. Rivera critica a artistas que adicionan materiales a sus obras sin conocer los procesos físico-químicos que rigen la vida de sus materiales. Es muy probable que esta crítica se dirija a David Alfaro Siqueiros (1896-1974), quien, hacia 1956, centraba su obra en la experimentación plástica, incluyendo materiales novedosos tales como el duco y la piroxilina. En este sentido, la carta encierra una gran contradicción al asegurar que el aprendizaje del arte se debe llevar a cabo en laboratorios experimentales. Junto con otros documentos, principalmente escritos entre 1954 y 1956, Rivera ha formulando una especie de teoría estética en la que refleja sus conocimientos sobre la manera de percibir del ser humano. La manera en la que el artista puede generar sensaciones de placer mediante la creación de obras de arte que contengan elementos de forma y color en armonía, conocimientos sobre los materiales utilizados por el artista, así como la duración de la emoción estética. En este último caso, la reflexión de Rivera se adelanta tanto al arte efímero como a las intervenciones de corta duración afirmando que, aunque la obra de arte no durara sino instantes, "bastarían esos instantes de belleza para justificarla".