Rafael López (1873–1943) fue un distinguido poeta y periodista mexicano muy popular en su tiempo. Dirigió el Archivo General de la Nación y el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM. Durante los años de la revolución mexicana (1910–17), la situación conflictiva del país causó que algunos poetas y escritores se alejaran de las letras. No obstante, en medio del desorden político y a pesar de ser perseguido por haber colaborado en el gobierno de Victoriano Huerta (1850–1916), López reforzó su conciencia nacionalista y su compromiso con la literatura. En 1915, se ve forzado a usar seudónimos como “Lázaro P. Feel”, “José Córdova”, “Tris Tris” y “Prevostito”. Ese mismo año comienza a contribuir redacciones a “Revista de Revistas”, publicación que agrupaba a algunos de los principales escritores modernistas. No es sino hasta 1918 que se vuelve a registrar su nombre firmado en sus columnas periodísticas.
En este pasaje, López habla de su estimado amigo, el pintor Alfredo Ramos Martínez (1871–1946), que fue uno de los principales artistas del siglo XX, considerado el padre del arte moderno en México. [Véase en el archivo digital ICAA los artículos: “Alfredo Ramos Martínez y la academia Nacional de Bellas Artes” de Pilar García De Germenos (doc. no. 833175); “Los hispano-americanos en el salón de Paris. Alfredo Ramos Martínez” de Rubén Darío (doc. no. 778245)].
Este escrito se encuentra en “La Crítica del Arte en México: Estudios y Documentos (1914–1921)”, de Xavier Moyssén Echeverría y Julieta Ortiz Gaitán, libro publicado por el Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Autónoma de México.