En los años setenta, durante la dictadura militar argentina, se desarrolla una estética denominada postfigurativa que agrupa diversas variantes del realismo. Su principal exposición es en 1979, en el Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino de Rosario. En 1982, ya en la transición democrática posterior a la Guerra de Malvinas, se realiza esta muestra en homenaje a Antonio Berni, fallecido el año anterior. En esta, hay dos ausencias significativas: la del escultor Alberto Heredia y la del pintor Jorge Álvaro, integrantes de aquella muestra rosarina.
El texto firmado por Jorge Glusberg —precedido por uno breve de Guillermo Whitelow— es un intento de realizar una genealogía para este grupo, la cual parta desde otra agrupación, la Otra Figuración. El objetivo es legitimar la producción pictórica figurativa, dando así un marco teórico a la representación política.
Se trata de un texto de importancia para comprender los acomodamientos producidos en el campo plástico desde fines de los setenta con el desplazamiento del arte conceptual.
Al comienzo de la década, el CAYC, Centro de Arte y Comunicación, dirigido por Jorge Glusberg, había sido el impulsor del “arte de sistemas”; por ello, hay el argumento presentado en el texto de que en “el arte de sistemas” cabe la pintura figurativa. Por otra parte, se da el dilema sobre la apariencia de la realidad y la realidad de la apariencia presentada en términos de representación, perdiendo, en la discusión teórica, la carga política de la obra de artistas como Diana Dowek o de Norberto Gómez, para afirmar más su carácter de imaginación de la conciencia del artista.
Participaron en la muestra La Postfiguración los artistas Mildred Burton, Diana Dowek, Norberto Gómez, Hugo Sbernini y Elsa Soibelman. Sin duda, junto con la muestra La Nueva Imagen, también de 1982, ellos expresan el intento de sustentar una tradición figurativa en la Argentina acorde con el regreso internacional de la pintura a comienzos de los ochenta. A pesar de que, por otra parte, la obra de estos artistas se entroncaba con el resurgir del realismo en los años setenta.