Hubo semejanza y oposición radical entre los pensamientos de Manoel de Bonfim (1868−1932) y los de Sílvio Romero (1851−1914), además del hecho de haber nacido en el mismo estado, Sergipe; principalmente en lo que respecta al tema de la América Latina. A pesar de sus desavenencias personales e intelectuales, debidas a formaciones culturales y a concepciones históricas y teóricas opuestas, hay un punto fundamental, sin embargo, que los une, y que salta a la vista en el libro de Romero (A América Latina: análise de livro de igual título do Dr. Bonfim, 1906): aquel que radica en la necesidad que ambos vislumbran de que el Brasil se convierta, con el paso del tiempo, en una “nación civilizada” partiendo de la constatación, a todos los niveles (desde lo económico hasta lo educativo) del “atraso nacional”.
El libro de Romero fue escrito en respuesta a la obra homónima de Manoel de Bonfim [primera edición: A América Latina - Males de origem(Río de Janeiro: H. Garnier; Livreiro-Editor, 1903)], donde se explica la formación de las colonias en América Latina que se traduce en una relación de eterna dependencia o nexo “protector/protectorado”. Romero contrapone el argumento según el cual la índole de la colonización en América fue “blanda”, si se considera, históricamente, las conquistas egipcias, babilónicas, persas, fenicias, griegas y romanas.