Liliana Porter (1941-) es oriunda de Buenos Aires. Realiza sus primeros estudios artísticos en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano. En 1958 se traslada son su familia a la Ciudad de México e ingresa a la Universidad Iberoamericana en donde estudia con el artista alemán Mathias Goeritz (1915-90), especializándose en la técnica del grabado con Guillermo Silva Santamaría. A partir de ahí realiza sus primeras exposiciones. Entre 1961 y 1964, vuelve nuevamente a Buenos Aires, donde continúa su formación artística con Fernando López Anaya y Ana María Moncalvo. En 1964 se traslada a la ciudad de Nueva York donde, junto con Luis Camnitzer y José Guillermo Castillo, fundan, el New York Graphic Workshop (NYGW, 1964-65). Este emprendimiento, además de funcionar como taller de enseñanza y de impresión de ediciones para otros artistas, actuó como lugar de discusión sobre las características del grabado y su alcance contemporáneo. A partir de estos planteos, expuestos en diversos textos, surgieron los más variados proyectos colectivos. Alrededor de 1970 el taller cesó sus actividades. En 1975, Porter, junto con Camnitzer, su marido en aquel entonces, fundan en Valdottavo (Lucca), el Studio Camnitzer-Porter. Tras su separación conyugal, el taller seguirá funcionando como Studio Camnitzer. Actualmente Liliana Porter vive y trabaja en Rhinebeck, estado de Nueva York. Los postulados elaborados por el NYGW cobran especial relevancia para la comprensión del desarrollo de la obra de Liliana Porter durante este período de fines de los sesenta cuando incursiona en el uso de materiales no tradicionales como el acetato y plexiglás, amén de realizar impresiones en offset de sus grabados, ambientaciones e incluir elementos “reales” en sus obras tales como clavos o hilos. Características vinculadas a una reconceptualización de la imagen gráfica. En esta exposición del NYGW en el Museo de Bellas Artes de Caracas, Porter presentó una ambientación consistente en cubrir las paredes con la imagen de un papel arrugado, producto de un grabado suyo realizado en barniz blanco y reproducido en offset. Se intitulaba Ambientación de la arruga. Además, dispuestos sobre la pared, había una serie de blocks de hojas y, por debajo, en el piso, dichos papeles tirados y arrugados. Este texto brinda la mirada de la artista sobre dicha obra a la vez que permite observar el modo en que Porter desarrolló los conceptos previamente elaborados por el NYGW.