En 1958 Industrias Kaiser Argentina (IKA), con sede en la provincia de Córdoba, inicia un proyecto de difusión del arte con la creación del I Salón IKA. La organización comienza por convocar solamente artistas cordobeses aunque, en las cuatro ediciones siguientes, la propuesta se extenderá a algunas otras provincias del interior del país. En 1961, IKA decide ampliar la propuesta a nivel nacional y organizar un certamen de pintura de carácter bienal, con proyección internacional. Estas Bienales Americanas de Arte (BAA) servirán a IKA como medio de promoción, a la vez que ponen de manifiesto la política panamericanista de la empresa, respaldada y promovida por la OEA (Organización de Estados Americanos). El artículo seleccionado da cuenta de la importancia creciente que fue adquiriendo el certamen, hasta llegar a su tercera edición. A pocos días de la inauguración de la III BAA, en octubre de 1966, a la expectativa ocasionada por la participación de casi 70 artistas plásticos y aproximadamente 275 obras en total se sumaba el despliegue realizado bajo la dirección de Christian Sörenson, Director de la BAA y Gerente de Relaciones Públicas de IKA, para el acondicionamiento del nuevo edificio de la Facultad de Ciencias Exactas de la Ciudad Universitaria de Córdoba. Asimismo, y a diferencia de las Bienales anteriores —las cuales contaban en el jurado con un miembro de renombre internacional, el representante del Departamento de Artes Visuales de la OEA, José Gómez Sicre y un miembro de cada país participante— en esta ocasión el Jurado estuvo compuesto por cinco miembros: Alfred H. Barr Jr., Director de Colecciones del Museo de Arte Moderno de Nueva York, como presidente; Sam Hunter, Director de Jewish Museum de Nueva York; Arnold Bode, Presidente de la Documenta Kassel de Alemania; Carlos Raúl Villanueva, arquitecto venezolano; y Aldo Pellegrini, poeta, ensayista y crítico argentino.