El director del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Hugo Parpagnoli, escribe sobre los criterios de selección y la organización de la exposición de pintura argentina en Caracas (1963), propuesta en ocho sectores. En el primer sector, “Generación”, expone a aquellos que recibieron el temporal cubista: Ramón Gómez Cornet, Emilio Pettorutti, Lino Enea Spilimbergo y Miguel C. Victorica como “modernos para la academia y académicos para la revolución”. En el segundo, “Escuela”, afirma el carácter individual, más que la común denominación de “Escuela de París”. En el siguiente sector, “Lenguaje”, Parpagnoli agrupa a artistas enfocados en la forma y el color como lenguaje de la pintura (Leopoldo Presas, Raúl Russo, Luis Seoane). El cuarto sector, “Solos”, reúne a distintos artistas jóvenes, de manera contrastante, como expresión de diversas necesidades estéticas (entre ellos Julio Barragán, Luis Barragán, Luis Fernando Benedit, Aníbal B. Carreño, Nicolás García Uriburu, Kenneth Kemble). En el siguiente, “Conquista”, se trabaja sobre el triunfo de lo no figurativo, desde los artistas concretos al informalismo. En la sexta, “Fidelidad”, exponen los que se mantuvieron fieles a la geometría (entre otros, Ary Brizzi, Miguel Angel Vidal, Luis Tomasello, Carlos Silva). El séptimo sector, “Mundos” congrega a los artistas que trabajan sobre los elementos de la realidad, buscando expresar un mundo nuevo, aunque con características muy diversas; por ejemplo, Roberto Aizenberg y Estanislao Guzmán Loza. En el último sector, “Actitud”, se ubican los integrantes de la Otra Figuración, definidos como aquellos que asumen el caos.