El artículo reseña la exposición de Miguel Ángel Nigro y de Graciela Hasper desarrollada en el hall del Teatro de las Provincias, caracterizado por el autor como un “lugar (…) doblemente excéntrico, por su ubicación y por los artistas que convoca, y que exhibe, por el momento, en condiciones algo precarias a causa de la escasez crónica de recursos”. Por otro lado, Lebenglik describe las obras de cada uno de los artistas mencionados. En el caso de Nigro, afirma la congruencia existente entre sus pinturas y objetos de “situaciones cotidianas”, éstas siempre “emparentadas con el arte pobre y el ready made” además del espacio donde se muestran. Con respecto a Hasper, el autor entiende sus pinturas como “absolutamente planas”; sin embargo, agrega no se debe sólo a que “carecen de perspectiva, sino que toda la carga de su pintura está justamente en la superficie de la tela [y que] allí se juega la ironía y la irreverencia y no en la supuesta profundidad de los motivos que representa”.

Fabián Lebenglik, critico de arte, fue uno de los protagonistas del arte argentino de los noventa desde sus escritos en la sección de artes plásticas de los martes, aparecida en el diario Página/12 (Buenos Aires). Este texto dialoga con otros dos artículos que se hallan en la misma página de Página/12 del día martes 19 de diciembre de 1989, intitulados “Cuando los costados encierran el centro. Un líder de la periferia y dos de sus jóvenes seguidores establecen dos o tres nuevas pautas (…)” y “Gumier Maier”, ambos firmados por Miguel Briante. Los tres textos operan sobre el eje de la relación “centro-periferia”, ésta dentro del campo artístico bonaerense. Los artistas Marcelo Pombo, Miguel Harte y Graciela Hasper (todos mencionados en los diferentes artículos antes señalados) formaron parte de lo que se dio en llamar “el grupo del Rojas”; es decir, aquellos artistas que la Galería del Centro Cultural Ricardo Rojas (dirigida por Jorge Gumier Maier) aunó entre 1989 e inicios de los noventa, los cuales, hacia fines de la década, fueron comprendidos de modo general como los representantes del arte argentino de aquellos años. La referencia a poéticas del pasado, como el arte pop, el minimalismo, el arte concreto (bajo reformulaciones personalísimas), además de elementos del kitsch, han servido para caracterizar los recursos expresivos de tales artistas. Por otro lado, este escrito también debe vincularse a los principios plásticos, “rechazados” por un lado y “propuestos por otro” que esbozará Gumier Maier en La Hoja del Rojas bajo el título “Avatares del Arte” en junio de 1989 (véase registro 768333). Momento en que se inaugura La Galería de “El Rojas” y que, por lo tanto, puede ser entendido como el “manifiesto fundacional” de dicho espacio.