El artista Nicolás Rubió (1928) surge como promotor de la idea convocatoria a artistas de diversas estéticas con objeto de criticar los ismos de aquel período (arte concreto, cinetismo, informalismo, neofiguración) y la crítica de arte que parte en defensa de la individualidad creadora. En una escena artística dominada en la Argentina por grupos de artistas, en esta exposición de 1964 se rescata, con ironía, a aquellos que no adhieren a ninguno. La convocatoria es pues notable; aunque una mirada a la lista de participantes advierte que algunos de ellos ya habían integrado grupos en la década anterior. Con humor, se agrega una lista de frases que completan el artículo del título: “Los …” etcétera.
Este documento permite comprender la crisis individual de algunos artistas ante los cambios ocurridos tanto en los lenguajes artísticos como en el proceso de internacionalización del arte de los años sesenta operado en Buenos Aires. El catálogo está ilustrado con xilografías de José Rueda (1926).
Artistas participantes: Roberto Aizenberg (1928-96), Pompeyo Audivert (1900-77), Líbero Badii (1916-2001), Américo A. Balan (1915-86), Julio Barragán (1928), Luis Barragán (1914), Esther Barugel, Juan Carlos Benítez (1931), Aída Carballo (1916-85), Pedro de Simone (1922), Juan Eichler (1923), Angel Fadul (1924-85), Mario Grande, Juan Grela (1914-92), Alejandro Lanoel (1915), Laxeiro (1908-96), Horacio March (1899-1978), Horacio Blas Mazza (1933-2003), José Manuel Moraña (1917), Juan Otero (1920-73), Pastorello L. (Dignora Pastorello de Larco), Orlando Pierri (1913-91), Leopoldo Presas (1915), Nicolás Rubió, José Rueda, Raúl Russo (1912-84), Peter Sussmann (1927), Carlos Torrallardona (1913-86), Leonor Vassena (1924-64), Josefina Zamudio y Vera Zilzer.