En el marco de politización creciente de las artes plásticas, por la situación abierta ante la dictadura militar del General Juan Carlos Onganía (1966-70), un grupo de artistas —teniendo como antecedente la muestra colectiva Homenaje al Viet-nam (1966) en la que participaron doscientos artistas en la Galería Van Riel— convoca, en el local sindical de los artistas plásticos, a este tributo al “Che” Guevara, asesinado en Bolivia. Las obras eran trabajos sobre una silueta del rostro del guerrillero. La muestra fue clausurada por la policía el 29 de noviembre de 1967. Participaron, entre otros, artistas de tan diversas tendencias estéticas como León Ferrari (1920), Carlos Gorriarena (1925-2007), Juan Carlos Castagnino (1908-1972), Carlos Alonso (1929), Jorge de la Vega (1930-71), Ernesto Deira (1928-86), Rómulo Macció (1931), Luis Seoane (1910-79), Pablo Suárez (1937-2006), Franco Venturi (1937-76) y Martha Peluffo (1931-79).
En el catálogo se incluye una poesía —“Todos los hombres son mortales, Guevara es hombre; Guevara es mortal”, de Fernando Alonso— en la cual se hace explícito el homenaje ya que el texto de Hugo Acevedo (1925) no menciona el nombre del Che, remarcando simplemente su carácter de hombre-símbolo.
Acevedo ha escrito algunos ensayos sobre el artista Carlos Alonso, además de ser colaborador en La Rosa Blindada (1964-66) revista cultural de izquierda dirigida por José Luis Mangieri y Carlos Alberto Brocato; entre los colaboradores de la misma se destacaron Raúl González Tuñón, Juan Gelman y Andrés Rivera.