En 1960 y a pocos meses de haberse creado el Centro de Arte del Instituto Torcuato Di Tella (ITDT) —dirigido por un Consejo formado por Lionello Venturi, Ricardo Camino, Guido Di Tella y Jorge Romero Brest— se instituyó el Premio Instituto Torcuato Di Tella. Este Centro tenía el propósito de cooperar en la difusión y la promoción de las artes visuales, amén de mantener contactos con otros centros vinculados a la producción nacional y extranjera. En este marco, el Premio ITDT se creó con la intención de dar una oportunidad a los jóvenes artistas argentinos con objeto de enriquecer su experiencia en el extranjero; sin embargo, su realización no sólo permitió el otorgamiento del premio-beca sino que favoreció, además, la circulación del arte internacional en el medio local, convirtiéndose en un referente importante para la renovación plástica del momento. Hasta 1967, este premio fue otorgado a los artistas tanto nacionales como internacionales, con algunas variantes según el año; desde ese año se transformó en Experiencias Visuales, llamándose sólo Experiencias en 1968 y 1969. En 1963 Romero Brest había renunciado a la Dirección del Museo Nacional de Bellas Artes y aceptó ser Director del Centro de Artes Visuales del ITDT. En 1965, el Premio ITDT fue Nacional e Internacional, siendo los Jurados el crítico italiano Giulio Carlo Argan, quien había reemplazado a Lionello Venturi en el cargo de consejero del Instituto Torcuato Di Tella, el crítico y curador británico Alan Bowness, además del propio Romero Brest. Se ha seleccionado esta fuente por cuanto documenta el esfuerzo de León Ferrari (1920–2013) por hacer pública su respuesta a la discusión originada en la crítica de Ernesto Ramallo, la cual desestimó el tanto valor artístico de su obra Civilización Occidental y Cristiana, así como la exhibición montada en el ámbito del Instituto Torcuato Di Tella. Es importante señalar que esta carta de Ferrari fue publicada, con fecha 7 de octubre de 1965, en el semanario Propósitos dirigido por Leónidas Barletta.