La carta abierta que le escribe David Alfaro Siqueiros al ministro de educación Jaime Torres Bodet expone la discrepancia existente entre su discurso humanista y revolucionario, por un lado, y el quehacer de la Dirección de Educación Extraescolar y Artística dirigida por Carlos Pellicer, por el otro. Para Siqueiros, la Dirección de Educación Artística no lleva a efecto la política que Torres Bodet parece dictar en sus discursos, pues sólo se dedica a hacer exposiciones mediocres y las cuales no transmiten una formación humanística como estructura rectora. A juicio de Siqueiros, la DEEA es dirigida por la mentalidad fifi, intelectual y parasitaria, a veces académica y a menudo seudomoderna. En opinión de Siquieros, para cambiar las cosas se debería hacer un consejo nacional provisional de Artes plásticas, el cual asesore a una renovada Dirección. Por otra parte, se hizo a regañadientes la exposición sobre “El drama de la guerra” a través de pintura, escultura y grabado contemporáneos en México. Desde el Centro Realista se han sugerido una serie de exposiciones con un tronco temático y teórico sólido; infelizmente, éstas están guardadas en el cajón. Según lo indica su nombre, La Dirección Artística debería servir como organismo teórico y práctico de reeducación tanto de los artistas como de educación general y permanente para el pueblo.