Libero Badii (Arezzo, Italia, 1916 - Buenos Aires, Argentina, 2001) desarrolló, principalmente, una escultura de significado simbólico. En la década de cincuenta, su obra recibe el impacto formal del arte precolombino, luego de viajar por América Latina. Elaboró el concepto "lo siniestro", tanto como una forma de conocimiento como también de sentir. Denomina Almataller a su taller de artista.
Ricardo Dagá (1931) fue asistente de Libero Badii entre 1955 y mediados de los años sesenta. Su obra —principalmente mármoles y bronces— fue expuesta en la década del sesenta en las galerías Witcomb y Rubbers. Posteriormente, desarrolló una imaginería abstracta, sostenida en el golpe sobre la materia. Dagá obtuvo el Gran Premio de Honor en el Salón Nacional en 1983.
El arte argentino de los años sesenta suele leerse, generalmente, desde el mismo par de redes: una, en torno al Centro de Artes Visuales del Instituto Di Tella y la otra, de los artistas que se agrupan en el proceso de politización creciente. No obstante, es interesante pensar la existencia de otra red de vínculos que sería concebida desde la especificidad de un lenguaje artístico como la escultura; esta última atraviesa tanto la compartimentación generacional como la estética y política. Esta carta del escultor Ricardo Dagá es un documento interesante para ello, al señalar las relaciones que construyeron los artistas argentinos en París a comienzos de los años sesenta, estableciendo, entre algunos de ellos, vínculos insospechados por sus búsquedas artísticas tan diversas. Además, muestra la difusión de las ideas estéticas de Badii sobre América Latina y, sobre todo, su concepto de "arte siniestro".