El pintor cordobés Antonio Rodríguez Luna (1910-85) había llegado a México como exilado español. A esas alturas, tenía veinte años de vivir en el país y ya tenía la nacionalidad mexicana. Además, daba clases en la Academia de San Carlos y había formado a varios jóvenes pintores. En realidad, el pintor estaba agradecido con la hospitalidad ofrecida por México, en donde había encontrado una segunda patria; por ello, aunque fuera una medida injusta, no protestó al enterarse de que no había sido invitado para exponer sus pinturas. Considero que debió haber rechazado la invitación tardía como miembro del jurado pues, realmente, fue utilizado para acallar voces de protesta. Frente al debate entre figuración y abstracción, Rodríguez Luna representa otro ejemplo de postura confusa en cuanto al significado del arte abstracto; el cual consideraba deshumanizado y esteticista. Al respecto, expresaba que “no podía estar de acuerdo con un arte pobre, sin un fin preciso . . . donde todo es juego o torpe escaramuza intelectual, que puede sorprendernos un instante, pero que jamás nos conmoverá profundamente ni estimulará nuestros menores sentimientos, ya que le falta el eterno alimento, la llama viva del alma humana”.
Miguel Álvarez Acosta, Director del Instituto Nacional de Bellas Artes (período 1954-58) y Miguel Salas Anzures, jefe del Departamento de Artes Plásticas (1957-1961) del Instituto Nacional de Bellas Arte y Literatura (INBAL) fueron los organizadores de las dos bienales que se presentaron en el Museo Nacional de Artes Plásticas (Palacio de Bellas Artes).
La primera bienal (6 junio al 30 septiembre de 1958) estuvo conformada por cuatro muestras-homenaje dedicadas a José Clemente Orozco, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, además del brasileño Candido Portinari. En esta bienal hubo un descontento generalizado debido tanto a la organización como a la injerencia del Frente Nacional de Artes Plásticas, en el jurado. En la segunda bienal que se celebró en 1960, muchos artistas, como José Luis Cuevas, Francisco Icaza, Arnold Belkin, entre otros, no participaron en protesta por el encarcelamiento de David Alfaro Siqueiros (1896-1974) en Lecumberri, la prisión en la Ciudad de México.
En ambas exposiciones participaron Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, República Dominicana, Ecuador, Estados Unidos, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico y Venezuela.
El nombre oficial de la Bienal y el que más se utilizó fue “Bienal Interamericana de Pintura y Grabado”, aunque también circularon otras denominaciones como “Bienal de Artes Plásticas”, o bien, “Bienal Panamericana de Pintura”.