El texto corresponde al catálogo Patricia Israel. El deseo de Antígona, muestra en el Museo Nacional de Bellas Artes de la capital chilena (2 de octubre al 11 de noviembre, 2001).
Patricia Israel, relevante figura de la pintura chilena contemporánea, desarrolló en su obra gráfica y pictórica una figuración expresionista fundada en el dibujo, en la que abordó (formal, material e intelectualmente) la realidad latinoamericana y su contingencia histórica, compromiso social y político coherente con su visión de “artista-ciudadana”. Tras el Golpe Militar, partió al exilio en 1974, continuando su obra en Venezuela y Argentina, solo regresando a Chile en 1980, década en que comienzan las protestas masivas contra la dictadura.
El proceso de transición democrática en que el autor contextualiza su análisis se inició en Chile con el Plebiscito Nacional de 1988 (referéndum por la continuidad o no de Augusto Pinochet en el poder), el cual condujo, tras diecisiete años, al primer presidente electo democráticamente. La peculiaridad de esta transición, consensuada y sin quiebre evidente (sea por derrocamiento o muerte del dictador), determinó que muchos elementos de la dictadura siguieran presentes en la sociedad y el sistema político chileno. La crítica a la inacción estatal en el texto, tuvo lugar diez años después del Informe Rettig (1991), cuya investigación se centró en individualizar a las víctimas asesinadas o desaparecidas estableciendo, finalmente, su paradero. Las formas de reivindicación y reparación, las encargó el nuevo presidente, Patricio Aylwin, a la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, creada para este fin al inicio de su mandato.