La Alianza de los Trabajadores de las Artes Plásticas (ATAP) fue una organización formada a fines de 1933, encabezada en aquel entonces por Carlos Chávez a instancias del Departamento de Bellas Artes, dependiente de la Secretaría de Educación Pública. La asociación estaba conformada por cinco pintores: Jesús Guerrero Galván, Máximo Pacheco, Jesús Manuel Anaya, Raúl Anguiano y Roberto Reyes Pérez. Este último, de alguna manera, asumió el papel de representante y líder. Apoyada abiertamente por Diego Rivera, dicha Alianza se sintió en deuda con los estatutos del Sindicato de Obreros Técnicos Pintores y Escultores de 1923. La idea básica del trabajo era pintar murales de carácter antirreligioso en otra escuela de corte funcionalista —ubicada en la zona de Portales— llamada “Plutarco Elías Calles”. Según explican los propios pintores, las pinturas, realizadas a principios de 1934, fueron inmediatamente dañadas por los padres de familia al ver representaciones poco amables de sacerdotes animalizados, pelotones de niños dirigiendo sus rifles a un grupo de curas, el ataque directo de chiquillos contra unas beatas. Lamentablemente, las obras murales fueron destruidas como lo constatan Máximo Pacheco (1907-1992) y Raúl Anguiano (1915-2006) en sus memorias.