El capítulo “La narrativa de Diamela Eltit: un nuevo paradigma socio-literario de lectura”, es uno de los nueve capítulos del libro Campos minados (literatura post-golpe en Chile) (1990). En este libro, la autora, Eugenia Brito, compila, rescata y analiza críticamente obras de escritores y escritoras chilenas cuya obra se produce en la década del Golpe Militar; entre ellos, la propia Diamela, Juan Luis Martínez, Raúl Zurita, Diego Maquieira, Gonzalo Muñoz, Antonio Gil, Carla Grandi, Carmen Berenguer y Soledad Fariña. El argumento fundamental del libro es que “la escritura” de esta generación se caracteriza por la índole crítica y reflexiva de su contexto, así como también por ser “resistente” al entorno opresivo y dictatorial que enmarcó sus escritos.
En este apartado, la escritora y profesora destaca las dos primeras publicaciones de Diamela Eltit (n. 1949): Lumpérica (1983) y Por la patria (1986). Ambas obras fueron escritas en un período donde todavía la violencia del régimen militar pinochetista (1973-90) se expandía por todos los espacios de la vida cotidiana nacional; aquello que Eltit intenta traducir con temáticas que apuntan hacia la marginalidad y la subalternidad. Además de destacarse por su narrativa, es conocida por haber formado parte de la agrupación denominada Colectivo Acciones de Arte. CADA operó como colectivo aglutinando con sus miembros varias disciplinas; entre ellos, los escritores Diamela Eltit y Raúl Zurita, la artista Lotty Rosenfeld, el sociólogo Fernando Balcells y el artista Juan Castillo. El colectivo efectuó acciones a nivel comunitario y de masas entre los años de 1979 y 1985, procurando denunciar con ellas las condiciones sociopolíticas imperantes en el país que la propaganda oficial omitía. Con su participación en este colectivo, se vinculó directamente al mundo de las artes visuales. En 2018 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura.