“Con Vicente Huidobro” (1925) es una de tantas crónicas que el crítico de arte y escritor Jean Emar (1893-1964) —pseudónimo del escritor chileno Álvaro Yáñez Bianchi— publicó en el diario La Nación (fundado por su padre en la capital chilena) las cuales formaron parte de las conocidas “Notas de Arte”. Publicados entre 1923 y 1925, los textos constituyeron una serie de aportes al desarrollo de las vanguardias chilenas de principios del siglo XX, encadenando, así, cuestionamientos a modelos artísticos académicos, en boga durante los años veinte. En tales notas, Emar dio a conocer varios temas, problemas, corrientes y personajes del arte moderno, entre ellos el poeta francés Guillaume Apollinaire; por otra parte escribió sobre el cubismo, abriendo debates que aún no tenían eco en el panorama local. En suma, las “Notas de Arte” esbozan un espacio acogedor para los diversos estilos, creaciones y temas que gestaron artistas interesados en renovar la escena artística chilena. Entre ellos se encuentran quienes formaron el Grupo Montparnasse: Luis Vargas Rosas, José Perotti, Henriette Petit, Manuel y Julio Ortiz de Zárate, Camilo Mori, Sara Malvar, Waldo Vila, entre muchos otros.
El poeta chileno Vicente Huidobro (1893-1948) es considerado incuestionablemente como promotor de las vanguardias literarias no solo en su país sino en el ámbito progresista de las letras hispánicas. Desarrolló —a través de sus ideas, poemas y escritura— la teoría del creacionismo, reflejada en su libro Altazor (1931). El concepto de “creacionismo” hace referencia a la misión poética de crear (en griego poíesin = hacer); por lo tanto, se opone a corrientes realistas y naturalistas que primaban en el arte chileno de aquel entonces y, en general, en la poesía de la lengua española. De este modo, Huidobro concibe que las obras no deben reproducir un “modelo externo”, sino que deben hablar intrínsecamente por sí mismas siendo fruto de una elaboración humana y artística. Escribió una serie de manifiestos que expusieron su teoría estética, el primero de ellos fue Non serviam (Nada me esclaviza, 1914), por medio del cual planteó las ideas creacionistas.