La historiadora del arte Julia P. Herzberg es tanto curadora independiente como Especialista de la Fulbright Foundation y radica en la Ciudad de Nueva York. Obtuvo su doctorado en The Graduate Center, en la CUNY (City University of New York) en 1998, disertando sobre la artista cubana Ana Mendieta; se especializa en artistas latinoamericanos que operan en los Estados Unidos, siendo curadora de más de 25 muestras. Herzberg fue la cocuradora de The Decade Show (1990, realizado en Nueva New York en el Museum of Contemporary Hispanic Art, el New Museum, así como el Studio Museum en Harlem, y también se hizocargo de la curadoría de la representación norteamericana para la III Bienal Internacional de Pintura en Cuenca, Ecuador (1991). Además de ser consultora de curaduría para El Museo del Barrio en Nueva York (1996–2001), fue curadora de los pabellones americanos en las VIII, IX y X Bienales de La Habana (2003, 2006, and 2009), siendo, incluso, escritora y consultora de ediciones de Arte al día internacional. Herzberg ha dado conferencias y cursos vía vastas publicaciones locales y en el extranjero. Dos veces ha sido merecedora de Becas J. William Fulbright: una para la Pontificia Universidad Católica (2007) y otra para la Universidad Diego Portales (2013), ambas en Santiago de Chile; fue, más aún, profesora visitante en el Instituto de Arte de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile (2016).
En este conjunto de exhibiciones ocurrido en 1993, bajo auspicios del Center for Latino Art and Culture en Rutgers, Universidad Estatal de Nueva Jersey, se incluyó arte de finales de los setenta y principios de los ochenta vinculados a la Escena de Avanzada, movimiento político conceptual surgido en la década de setenta durante la dictadura pinochetista procurando subvertir la censura oficial. Los integrantes eran Carlos Leppe, Eugenio Dittborn, Raúl Zurita y Diamela Eltit, así como la teórica de la cultura (nacida en Francia, 1948), Nelly Richard, mentora clave en la configuración del movimiento.
Doce artistas, la mayoría basados en Santiago, participaron de la muestra. Lotty Rosenfeld (1943–2020) mejor conocida por sus intervenciones de arte público donde alteraba señalizaciones de tránsito e indicaciones de carretera como acto político. Francisco Brugnoli (n. 1935), montó instalaciones que transmitían el sentido de urgencia y gravedad bajo la dictadura militar. Su mujer, Paz Errázuriz (n. 1944), tomó fotos chocantes de prostitutos transgénero y demás marginales. Juan Pablo Langlois Vicuña (1936–2019) penetró en la cultura popular con sus obras de medios mixtos sobre asuntos contemporáneos. Claudio Bertoni (n. 1946) hizo instalaciones con centenas de zapatos viejos que daban un sentido poético de pérdida, bastante cáustica a la luz de activistas desaparecidos. Eduardo Garreaud (n. 1942) pintaba figuras pop bastante conocidas con su estilo neoexpresionista. Carlos Altamirano (n. 1954), vinculado al principio a la Avanzada, produjo imágenes impresas, pintadas y en collage evocando alambres de púas y fosas comunes. Gonzalo Díaz (n. 1947) se interesó en el paisaje cultural chileno pintando a sus coterráneos. La catalana Roser Bru (b. 1923) lidió con persecusión y pérdida en pinturas neofigurativas sobre el Holocausto y los desaparecidos en Chile. Enrique Zamudio (n. 1955), sin asociarse a la Generación Avanzada, creó series tras el plebiscito de 1988 pintando expresidentes con su estilo híbrido (fotografía y grabado). Arturo Duclós (n. 1959) produjo instalaciones e intervino espacios públicos partiendo del enfoque conceptual de la Avanzada. Finalmente, Nancy Gewölbe (n. 1939), con sus instalaciones impregnó el ambiente con códigos autobiográficos. Este ensayo es el primero que analiza la metáforas empleadas por artistas chilenos de diversas generaciones, los cuales, con medios múltiples, expresaron su resistencia al régimen pinochetista. La mayoría de ellos, (v.g. Rosenfeld, Errázuriz y Bru) nunca fueron mostrados en Estados Unidos ni se había escrito sobre ellos.