Este texto fue integrado al libro El rabo del ojo. Ejercicios y conatos de crítica, recopilación de estudios y ensayos sobre arte de Pablo Oyarzún donde lanza una mirada oblicua sobre el objeto. Junto a autores como Nelly Richard, Ronald Kay, Adriana Valdés, María Eugenia Brito y Justo Pastor Mellado, el autor pertenece a la llamada “nueva crítica de arte” que irrumpe en Chile tras el Golpe Militar de 1973, desarrollándose hasta finales de la década de ochenta, cuyas ideas circulaban en catálogos, debates, revistas, seminarios y publicaciones a cargo de espacios alternativos de la época, como las galerías Sur, Época, Cromo y Cal. Todos ellos se propusieron inéditas formas de escritura y análisis con préstamos constantes de la semiología, el psicoanálisis y el posestructuralismo francés; al mismo tiempo que fueron desmarcándose de la crítica oficial de prensa y generando, por primera vez en el país, una profunda conciencia de campo crítico.
Esta compilación de textos refleja el afán por la reedición de la producción reciente en el campo de la crítica de arte chileno, surgido durante las primeras dos décadas del siglo XXI, procurando así reconocimiento y legitimación.
Francisco Brugnoli es uno de los nombres fundamentales en la producción de arte chileno de las décadas de sesenta y setenta. Operó en el marco de la crítica a la representación pictórica con la introducción del formato “instalación”. En lo referente a este documento, su obra Cadáver Exquisito fue presentada en la exposición homónima en Galería Ojo de Buey (Santiago de Chile, enero de 1990), así como la reseña Un Cenotafio se publicó al año siguiente en el cuarto número de la revista del mismo nombre.