La revista Horizonte (1926-1927) fue uno de los órganos de difusión del movimiento estridentista, cuando finalmente se asentó en Xalapa, Veracruz. Xalapa, con la “X” añadida por de los estridentistas, denominó a este enclave provinciano como centro de su revolución cultural. Si bien los estridentistas publicaron antes otras revistas como Irradiador y Ser, fue en Horizonte donde se publicaron temas sociales y políticos, disminuyendo al mismo tiempo los poemas, los llamados y los textos irreverentes, caracterizadores del grupo en sus inicios.
Los diez números de Horizonte, dirigidos por Germán List Arzubide, pueden dar constancia de la proletarización de sus posturas estéticas y sociales. Dentro de la producción estridentista, Horizonte cobra importancia porque no sólo publica artículos referentes a la preocupación por la modernidad, sino también incluye temas sobre causas sociales, involucradas, también, en la revolución educativa.
El estridentismo, temprana vanguardia mexicana, surgió a fines de 1921, en paralelo al movimiento muralista. Su creador y por un tiempo único miembro fue Manuel Maples Arce, poeta veracruzano en declarada revuelta contra los poetas modernistas y la academia pictórica. Según lo manifiestan en sus desplegados y publicaciones, el movimiento era afín al dadaísmo, al futurismo, al ultraísmo y al creacionismo (en sus vertientes europeas y latinoamericanas). El estridentismo, por lo tanto, fue un movimiento centrado en estrategias de agitación vía un apego irrestricto a las estéticas maquinistas. Los estridentistas impulsaron una nueva sensorialidad urbana, donde las experiencias se agolpan de manera simultánea, a la par de la velocidad de la vida moderna. El nombre mismo del movimiento refiere al ajetreo citadino, pero, asimismo a su ruidosa voluntad de hacerse escuchar tanto por sus transgresiones como por sus excesos intrínsecos.