“La inconsciencia moral del indígena”, ensayo del escritor mexicano Martín Luis Guzmán, publicado en el periódico El Universal en 1921, es la respuesta a un artículo anterior de Francisco Bulnes, intelectual mexicano y Secretario de Asuntos Exteriores durante el régimen del presidente Porfirio Díaz. Guzmán asegura que Bulnes copió pasajes de su libro, titulado La querella de México, y los incorporó a su artículo “Las razas indígenas mexicanas ante el problema de la existencia de la Patria”, malinterpretando además sus opiniones y pareceres sobre el pueblo indígena mexicano. Guzmán tilda a Bulnes de polemista, en vez de investigador, y lo critica por su creencia en la intrínseca inferioridad de los pueblos indígenas. En respuesta a Bulnes, Guzmán argumenta que las poblaciones indígenas no son por naturaleza inferiores, sino que han sido educados para aceptar la superstición y la servidumbre. Guzmán sostiene que el esplendor y el éxito de los pueblos indígenas anteriores a la llegada de Hernán Cortés han sido enormemente exagerados. Según Guzmán, a pesar de la brutalidad de la conquista de México por parte de los españoles, la civilización azteca ya se encontraba en declive antes de la llegada de los conquistadores. Guzmán atribuye la decadencia y caída a la superstición religiosa y a la falta de un código ético entre los indígenas. Para el autor, los sacerdotes españoles, en vez de ofrecer una guía moral, obligaron a los indígenas a convertirse al catolicismo y ayudaron a su explotación por parte de la sociedad colonial. Guzmán sostiene que, como resultado de ello, los indígenas mexicanos son sumisos e “inconscientes moralmente”. La independencia y la reforma mexicana apenas hicieron nada para apoyar las causas indígenas, y por ello, según Guzmán, la población indígena mexicana permanece en su ignorancia fiel a sus opresores los criollos.