El artículo “Las razas inferiores son funestas en el trabajo libre”, publicado en 1921 en el periódico mexicano El Universal, fue escrito por Francisco Bulnes, intelectual mexicano y Secretario de Asuntos Exteriores durante el régimen del presidente Porfirio Díaz. En el artículo, Bulnes afirma que algunas razas son inferiores a otras, y define como “razas inferiores” a aquellas que no están predispuestas al trabajo duro, a la dedicación y al progreso, piedras angulares de la sociedad y la moral. Como ejemplo de la inferioridad de los indígenas, Bulnes cita el uso que hace el gobierno argentino de los obreros italianos para trabajar en las cosechas, en vez de emplear a los numerosos habitantes indígenas que viven en el propio país. Bulnes alude también al estudio de un investigador alemán donde se indica que la población indígena de Chile no se esfuerza por mejorar su calidad de vida, deteriorada además por el alcoholismo y la indolencia. Bulnes critica la raza africana al explicar que los afrocubanos están, en cierta medida, como poseídos por la inercia y las supersticiones y, además, son propensos al bolchevismo. Afirma que las “razas inferiores”, con sus deficiencias políticas y morales, fueron creadas por dios para ser serviles y subordinadas a las razas superiores. Es por ello que, según Bulnes, las razas superiores ostentan el derecho de promulgar leyes e implementar las medidas idóneas para civilizar a las inferiores. No obstante, Bulnes sostiene que la presencia de las razas inferiores en un país puede convertirse en una carga, y por ello recomienda a Latinoamérica que se libere de su población indígena, cuya inferioridad impide el progreso del continente.