Saturnino Herrán (1888-1918) había muerto tres años antes de la publicación de este artículo. Si bien Jesús B. González no menciona ampliamente las razones de considerarlo el “más mexicano” de los pintores, es importante su declaración. Alumno de Germán Gedovius, Saturnino fue uno de los primeros pintores de su tiempo de estudiante en la Academia de San Carlos en tratar los temas genuinamente nacionales y folklóricos, lo que lo convierte en México en el antecedente inmediato del movimiento muralista. Cabe mencionar que, en la actualidad, continúa en abierta discusión si la obra de Herrán pertenece a un academicismo de cuño español o americano. La revista Azulejos fue importante en la década de veinte ya que publicaba una gran diversidad de artículos escritos por artistas y críticos del momento, tales como el propio Rivera, Carlos Obregón Santacilia, Fernán Féliz de Amador, Pedro Henríquez Ureña, Carlos Pellicer, entre otros. Las portadas de cada número de la revista presentaban una tendencia artística innovadora, con diseños de artistas reconocidos, entre ellos Roberto Montenegro. Aparecen obras de Saturnino Herrán intercaladas en el texto, y se presentan individualmente dos pinturas: un óleo sobre tela, El cofrade de San Miguel (1917), y El San Luis, dibujo acuarelado de 1918.