Historia de México de la época prehispánica a la conquista, así se intitula el mural del que se habla en el artículo. Es visto de una manera distinta por Antonio Rodríguez, quien critica fuertemente la visón de Diego Rivera (1886-1957) sobre Hernán Cortés. Los murales del Palacio Nacional en la Ciudad de México fueron trabajados durante 22 años por Rivera. En ellos se plasma una iconografía en la que el pintor cubrió todas las etapas históricas de México, desde la época prehispánica hasta la Revolución Mexicana. La escena presentada, aquí, es una de las más reproducidas de Rivera, no sólo por el hecho de representar a los conquistadores durante la batalla, sino por cómo se ilustra a Cortés, bajo una nueva visión que denigra a un personaje tan importante dentro de la historia de la conquista española.
Antonio Rodríguez, periodista y crítico de arte que llega como exiliado en 1939 a México, escribe en muchas publicaciones importantes, varios artículos sobre la obra del maestro. En este caso específico, Rodríguez no se muestra como gran admirador de la pintura de Rivera. Basándose en sus propios argumentos, el crítico contextualiza el mural con una “mirada extranjera”, pero que deja pensar al público dos puntos de vista: uno, el de Diego Rivera siempre con una visión nacionalista, obviamente a favor del pueblo mexicano y de sus antepasados y, el otro, su propia visión de crítico de arte, confrontando tanto al pintor con su mural como al espectador.
El mural fue realizado en diferentes etapas, correspondiendo esta parte a los años de 1941-1951 y se localiza en los corredores norte-oriente del primer piso del Palacio Nacional.