Pedro Figari (1868-1938), pintor uruguayo, se destacó asimismo como abogado e intelectual. En 1921 se radicó en Buenos Aires relacionándose con importantes figuras del campo cultural. Publicó variados artículos en revistas representativas de la vanguardia bonaerense tales como Martín Fierro, Proa y Valoraciones (La Plata) y en periódicos como La Prensa y La Nación. En sus textos, así como en sus conferencias dictadas en al Asociación Amigos del Arte, puede observarse su preocupación por desarrollar una mirada hacia el interior de América Latina; por conocer el pasado, tanto la realidad como las necesidades y urgencias de sus países; además desu interés por el mundo precolombino. Estos aspectos no fueron ajenos a las preocupaciones de los grupos representativos de la vanguardia de los veinte. Por el contrario, si bien su proyecto modernizador implicó una mirada atenta hacia Europa, y sobre todo hacia la cultura francesa, también implicó una confrontación constante con su propia realidad histórico-cultural. Dentro de este orden de problemas debe comprenderse la relevancia del pensamiento de Figari para los jóvenes “vanguardistas” de aquel entonces. Martín Fierro (1924-1927) ocupó un lugar más que destacado entre la gran proliferación de revistas de vanguardia que en Argentina, y más específicamente en Buenos Aires, se publicaron durante los años veinte. Fue dirigida por Evar Méndez, aunque durante el año 1925 Oliverio Girondo, Eduardo J. Bullrich, Sergio Piñero y Alberto Prebisch también participaron de la dirección. Contó con la participación de grandes escritores argentinos, como el mismo Girondo, Ricardo Molinari, Leopoldo Marechal y Jorge Luis Borges, entre otros; además de la participación de los artistas Emilio Pettoruti, Xul Solar y Norah Borges. Martín Fierro dejó de existir cuando, ante la candidatura de Hipólito Yrigoyen a la presidencia de la nación, el grupo integrante se divide entre aquellos que proponían introducir la política dentro de las páginas de la revista y aquellos que no. Esta discusión interna llevó al cierre de la publicación. Es importante destacar que Martín Fierro fue percibida por sus mismos contemporáneos como representante de la vanguardia en la Argentina.