Pedro Figari (1868-1938), pintor uruguayo, se destacó asimismo como abogado e intelectual. En 1921 se radicó en Buenos Aires relacionándose con importantes figuras del campo cultural. Publicó variados artículos en revistas representativas de la vanguardia bonaerense, tales como Martín Fierro, Proa y Valoraciones (La Plata), además de periódicos como La Prensa y La Nación. En sus textos, así como en sus conferencias dictadas en al Asociación Amigos del Arte, puede observarse su preocupación por desarrollar una mirada hacia el interior de América Latina; por conocer el pasado, la realidad y las necesidades y urgencias de esos países; y tanto su interés por el mundo precolombino como su inquietud por los aspectos educativos. Estos aspectos no fueron ajenos a las preocupaciones de los grupos representativos de la vanguardia de los años veinte. Por el contrario, si bien su proyecto modernizador implicó una mirada atenta hacia Europa, y sobre todo hacia la cultura francesa, también se daba una confrontación constante con su propia realidad histórico-cultural. Dentro de este orden de problemas debe comprenderse la relevancia del pensamiento de Figari para los jóvenes "vanguardistas" de aquel entonces. Este artículo, aparecido en La Prensa, Buenos Aires, Junio 27 de 1925, comporta especial relevancia ya que da cuenta de la importancia que Figari le asigna a la recuperación del pasado americano, tanto para la proyección como para el desarrollo de la "raza americana". En este sentido, Figari destaca el lugar que le adjudica a la educación.