La Campana de Palo (Buenos Aires) publicó sus primeros seis números entre junio y diciembre de 1925. Luego de un lapso en que no se publicó la revista, reaparece en septiembre de 1926 con una numeración continua, aunque con distinto formato y el subtitulo Periódico Mensual. Bellas Artes y Polémica. En esta segunda época, prolongada hasta septiembre-octubre de 1927, se publicaron once números. Fue dirigida tanto por el crítico de arte y escritor anarquista Atalaya (seudónimo de Alfredo Chiabra Acosta) como por el pintor y grabador Carlos Giambiagi. Desde 1924, aproximadamente, se comenzó a identificar a dos grupos literarios a partir de distintos barrios o zonas de la ciudad de Buenos Aires. Uno de ellos, el barrio obrero de Boedo, sirvió para identificar a escritores de izquierda, la mayoría de ellos relacionados con la Editorial Claridad; la casa editora que se ocupó de difundir a autores comprometidos tanto social como políticamente. Por su parte, la calle Florida, era considerada la más elegante de la ciudad, con galerías de arte, casas de fotografía, tiendas lujosas, confiterías. Se la asoció, incluso, a aquellos escritores que proponían un cambio a nivel estético ligado en parte tanto a las propuestas de la vanguardia como a una renovación de las artes y de las letras en ese sentido. Tradicionalmente, esta división y oposición, entre Florida y Boedo, sirvió para definir posturas a niveles ideológico y estético. Entre las figuras vinculadas al grupo de Boedo podemos mencionar a Álvaro Yunque, Elías Castelnuovo, Roberto Mariani y César Tiempo. Por otra parte, con respecto al grupo de Florida, los integrantes fueron Ricardo Güiraldes, Oliverio Girondo, Jorge Luis Borges Borges y Leopoldo Marechal. La Campana de Palo, sin embargo, nunca se identificó con ninguno de ambos grupos.