Martín Fierro (1924-27) ocupó un lugar destacado entre la gran proliferación de revistas de vanguardia que en Argentina, y más específicamente en Buenos Aires, se publicaron durante los años veinte. Fue dirigida por Evar Méndez, aunque durante el año 1925 Oliverio Girondo, Eduardo J. Bullrich, Sergio Piñero y Alberto Prebisch también participaron de la dirección. Contó con la participación de grandes escritores argentinos, como el mismo Girondo, Ricardo Molinari, Leopoldo Marechal y Jorge Luis Borges, entre otros; además de la participación de los artistas Emilio Pettoruti, Xul Solar y Norah Borges. Martín Fierro dejó de existir cuando, ante la candidatura de Hipólito Yrigoyen a la presidencia de la nación, el grupo integrante se divide entre aquellos que proponían introducir la política dentro de las páginas de la revista y aquellos que no. Esta discusión interna llevó al cierre de la publicación. Es importante destacar que Martín Fierro fue percibida por sus mismos contemporáneos como representante de la vanguardia en la Argentina. Filippo Tommaso Marinetti (1876-1944) llegó a la Argentina en el mes de junio de 1926, después de haber visitado el Brasil (Río de Janeiro, São Paulo y Santos). Líder y fundador del futurismo, Marinetti dictó una serie de conferencias en las ciudades de Buenos Aires, Rosario, Córdoba y La Plata. En Buenos Aires, la conferencia se llevó a cabo en la Asociación de Amigos del Arte, donde se organizó, para acompañarla, la Exposición de Pintores Modernos, con obras de Norah Borges, Emilio Pettoruti, Xul Solar y Pedro Figari, además de los proyectos arquitectónicos de Alberto Horacio Prebisch y Ernesto Vautier. En un artículo publicado por Martín Fierro, el mismo periódico se encargó de aclarar: lo que le interesaba Marinetti no era su actividad política —ligada al fascismo italiano— sino su figura como uno de los renovadores “históricos” de la literatura y el arte en general.