Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Junto a las exposiciones, un programa de actividades públicas diversas ampliaba la oportunidad para conocer las novedades del arte y el pensamiento científico. En la propuesta de Glusberg, la articulación entre el pensamiento teórico y la práctica artística era central para el cambio social.
El CAYC apostó por una fluida comunicación con el ámbito del arte internacional. En ese sentido, para la inauguración de la sede en la capital argentina, se realizó una subasta de obras donadas por artistas cuyo fondo sería para atraer figuras internacionales; entre ellas, críticos extranjeros como Jasia Reichardt, directora adjunta del Institute Contemporary Art (Londres); Charles Spencer, director del Camden Art Centre; Willoughby Sharp y Charles Harrison. Es así que dio inicio un período de intercambios transnacionales que marcaron buena parte de la década de setenta. Esta publicación anuncia la visita de Guy Brett (1942-2021) crítico del The Times de Londres y curador inglés, quien a lo largo de su carrera exploró intersecciones poéticas entre arte y ciencia.
En 1964 —con el curador Paul Keeler y el polifacético artista alemán Gustav Metzger (1926-2017), David Medalla (1942-2020), el filipino creador de escultura biocinética y Marcello Salvadori, promotor del arte autodestructivo—, Brett fundó Signals. La galería se convirtió en un polo de propuestas de vanguardia en la capital británica, conectando las nt (nuevas tendencias) artísticas de América Latina y Europa. En 1967, el espacio cerró sus puertas.
Ligado a Chile a través de su compañera Alejandra Altamirano, Brett se involucró con movimientos de solidaridad en Latinoamérica a partir de 1973, año del golpe militar en ese país. La presencia en Buenos Aires partía del itinerario de un viaje por el continente para penetrar a fondo en las relaciones entre arte y el contexto social.
Con esta propuesta, el Centro se orientaba hacia la interdisciplina difundiendo, así, posibilidades ofrecidas por las nuevas teorías sociales para la actividad artística. En particular aquellas que respaldaban el programa de actividades del CAYC y la creación de una poética propia, la cual diera identidad a la institución.